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EL 11 DE DICIEMBRE Y LA CARA QUE TENDRÁ EL FUTURO

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domingo 24 de septiembre de 2023

Sólo faltan 77 días para que el futuro, con un nuevo gobierno, nos dé su presente. Vamos a descartar los sueños de quienes imaginan que el modelo alfonsinista, retirándose antes del vencimiento de su mandato, sea parte de lo que podemos esperar.

Es sabido que las campañas electorales crean un clima que no siempre coincide con la vida cotidiana. Las distancias existentes entre la situación y demandas de la inmensa mayoría del pueblo y la realidad de los tiempos sin vocinglería preelectoral, dan cuenta de abismos insondables donde cabe la esperanza de algunos, la desconfianza y desánimo de otros y la indiferencia de no pocos. 

Por eso hagamos un esfuerzo para dimensionar el destino de lo que está ocurriendo y las tendencias de lo que allí se está cocinando. Son muchas y variadas las posibilidades de lo que pueda ocurrir en las escasas 11 semanas que nos separan de la fecha puesta para un recambio institucional. Aquí la preocupación mayor no está en la cara de las 3 personas (Patricia Bullrich, Sergio Massa o Javier Milei) que aparecen en el horizonte con posibilidades ciertas de gobernar al país luego del 10 de diciembre. Lo que se plantea es cómo será el perfil de esa sociedad y ese país en el mundo actual. A partir de allí podremos imaginar algo sobre los tiempos que vienen dado el inédito panorama que tenemos por delante. 

Comencemos por este “inédito panorama”. En efecto no se pueden encontrar antecedentes, al menos desde un siglo atrás, que dos tercios de las fuerzas -intervinientes en procesos electorales- tengan un discurso y propuestas claramente orientadas a consolidar el statu quo o promover cambios para favorecer abiertamente al mercado capitalista, centrado en la mayor ganancia, que ya está dominando a la sociedad. 

Tampoco es menor el dato que tres fuerzas mayoritarias acepten las actuales directivas emanadas de las “condicionalidades” del FMI. 

Todo ello configura una situación novedosa que tendrá una indudable influencia a partir del 11 de diciembre. 

Esta tendencia refleja el predominio de los sectores financieros internacionales, los mismos que sostienen al candidato que tuvo más votos en las PASO. Ya no se trata de “integrarnos al mundo desindustrializando” al país, al costo que fuera necesario, como ocurriera con el golpe genocida de 1976 y las políticas de José Alfredo Martínez de Hoz. Ellas determinaron la destrucción del mercado interno, remodelando la economía y el país, creando las condiciones para que esta realidad sea tolerada (una vez derrotada la resistencia), aceptada (por la dirigencia política) e impuestas (por las vías institucionales de esta democracia).  Hasta una buena parte del “círculo rojo”, hoy se va dando cuenta del monstruo que ha contribuido a crear y sabe que ahora tendrá que poner las “barbas en remojo”, dado que puede quedar afuera porque son socios demasiado menores de esta globalización financiera que está acelerando su proceso de acumulación económica. 

Estos sectores financieros no sólo controlan buena parte de nuestro sistema bancario, donde tienen peso en las acciones y en la gestión de instituciones como Santander, Supervielle, Galicia, entre otros. También son parte del “gobierno mundial” con su protagonismo en la FED -el Banco Central de los EE.UU.- y su influencia se hace sentir en el FMI y sectores de la Justicia norteamericana, tal como se ha denunciado en la reciente sentencia de la jueza de Nueva York, Loretta Preska, condenando a pagar -a nuestro país- la suma de 16 mil millones de dólares por la expropiación de YPF, beneficiando a un “fondo buitre” Burford que compró las acciones de YPF en poder de la familia Eskenazi, que las había adquirido, pagándolas sin poner un solo dólar y con los dividendos de la propia YPF. “Fondos Buitres” es la denominación con la que son conocidas estas empresas y la más importante es la multinacional Black Rock, que comanda el conocido financista Larry Fink, con variados intereses en nuestro país. 

Ahí está el “poder detrás del trono” del cual se alimentan las “motosierras” y los exabruptos de Milei. Es probable que -por eso mismo- el poderoso Eduardo Eurnekian está tomando distancia del hijo dilecto y empleado ejemplar a quien alimentó y protegió durante largos años.  

Esta es la cara que tendrá el 11 de diciembre si triunfa Milei. El “Círculo Rojo” que banca a Bullrich ya va tomando nota de esta situación. Massa -seguramente- lo pudo percibir en sus reuniones con el FMI y funcionarios estadounidenses, así podríamos seguir hasta dibujar la “cara” del nuevo gobierno.

Pero aún quedan dos cuestiones que no son menores y que inciden en la imaginación que debe contornear esa “cara”. Una está referida a la evolución de los datos económicos y la otra a que el FMI tiene la “sartén por el mango” para decidir qué hacer con los vencimientos del “Acuerdo” con Argentina, particularmente con los correspondientes al mes de noviembre (recordemos lo que le pasó a Domingo Cavallo, cuando le soltaron la mano, en tiempos de Fernando de la Rúa)  

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LOS DATOS ECONÓMICOS 

Recurrentemente se vienen publicando los informes sobre la evolución de los datos de nuestra economía. Así fue como se informó que la inflación promedio de agosto fue del 12,4%, la más alta desde febrero de 1991, mientras que el incremento mensual de los alimentos fue del 15,6%

El martes pasado, el INDEC publicó algunas cifras complementarias a las ya conocidas. Entre ellas se destaca el dato que la inflación mayorista (la que mide la variación de precios a la que venden productores e importadores) -para el mismo mes de agosto- fue del 18,7%. De lo que se deduce que las expectativas inmediatas, para el gran público, no son de una disminución de la presión inflacionaria. 

Mientras tanto, para el segundo trimestre de 2023, el producto interno bruto (PIB) bajó 2,8%, respecto al primer trimestre del año. Para el mismo período, las exportaciones registraron una caída del 4,1% y el consumo del 1,3%.

NUESTRO FUTURO INMEDIATO (TAMBIÉN EL DE LARGO PLAZO) EN MANOS DEL FMI

Aquí sólo se considerarán vencimientos de este 2023. Todos recordamos los apuros del ministro de Economía para cubrir los de la quinta y sexta revisión de los acuerdos con el FMI, correspondiente a los meses de junio y septiembre de este año. Todo ello y otros vencimientos pendientes fueron liquidados con los 7.500 millones de dólares transferidos por el FMI. Con esos recursos el Gobierno se garantizó que tendría un proceso electoral sin necesidad de andar tapando agujeros, en medio de la campaña. 

Ahora hay que pensar acerca de sus alternativas respecto de la próxima revisión en el mes de noviembre, en este período hay vencimientos comunes y pagos adicionales (octubre, noviembre y diciembre), por cifras que -seguramente- hoy no tenemos. Pero, contando con la decisión política del FMI y el acuerdo con las nuevas autoridades, si hubiera cambio en la orientación en el próximo gobierno, se puede llegar hasta el fin de mandato de las actuales autoridades. Pero, obviamente, serán momentos que pueden ser críticos. 

Desde el Gobierno esperan que en noviembre se apruebe un nuevo crédito por 2.500 millones de dólares, pero éste se haría efectivo en diciembre, si en noviembre se aprueba la séptima rendición que tenemos por delante. 

A esta dificultad hay que agregarle la demanda del FMI en el sentido que Argentina cumpla con su objetivo inicial de reducir el déficit fiscal al 1,9% para fin de año. Esa pretensión es prácticamente imposible en las actuales condiciones políticas y económicas. Todo ello hace que nuestro futuro inmediato, al igual que el de largo plazo, está en manos de las decisiones del FMI.

Ese futuro depende de dos circunstancias: El resultado electoral y la medida política que adopte el FMI.  

LA CRISIS CON PARAGUAY… SIGUE TREPANDO

En medio de nuestras debilidades para resolver, respetando nuestra soberanía, el tema de lo que se llama la hidrovía, ahora ese problema reaparece -pero agravado- con Paraguay y otros países de la Cuenca del Plata. 

En el 2009, Argentina se comprometió a subsidiar -por 3 años- el mantenimiento de la vía. El costo anual de ese subsidio era de unos 20 millones de dólares y todo siguió igual hasta fines del 2022. El tránsito por esa vía es libre, pero se pueden aplicar peajes destinados a su mantenimiento. Ante la falta de acuerdos, nuestro país decidió cobrar -a partir de enero del 2023- un peaje para cubrir esos gastos. Los demás países rechazaron -en un documento conjunto- esa decisión y el problema fue creciendo; ante la negativa a pagar algunas barcazas fueron incautadas por la Prefectura de nuestro país.  

El conflicto siguió trepando y ahora se ha ampliado al destino de la energía proveniente de la represa de Yacyretá, cuya producción compartimos, por partes iguales con Paraguay. Como ese país no tiene necesidad de tanta energía nos vende una parte considerable del 50% que les corresponde. A partir de esta semana Paraguay retira la mitad del total de la energía producida en Yacyretá. Es decir, que pasa a disponer del 100% de lo que le corresponde. El mes pasado Argentina utilizó el 95% del total producido por Yacyretá. El Vicepresidente paraguayo, Pedro Alliana, a cargo de la presidencia, fundamentó esa medida en el debido respeto a la soberanía paraguaya y por la deuda que el Ente Binacional Yacyretá tendría con su país, por una suma aproximada a los 150 millones de dólares.  En esta escalada, días atrás el Presidente paraguayo Santiago Peña planteó que pediría un arbitraje por el tema del peaje en la hidrovía y avisó que dejarían de apoyar a nuestro país en los foros internacionales. 

El ministro de Economía, Sergio Massa, sostuvo que Paraguay nos debe “miles de millones de dólares” por la construcción de la represa de Yacyretá durante los 80´y 90´, al mismo tiempo se manifestó desconcertado por el hecho que “Paraguay le cobra una determinada tarifa a Brasil y otra más cara a la Argentina, por la energía que no utiliza de Yacyretá e Itaipú (Brasil)” 

No deja de ser llamativo el pedido de la Cámara de Comercio Estadounidense-Paraguaya (Usapacc) haciendo un llamado a Washington para que el Departamento de Estado y al Departamento de Comercio de Estados Unidos intervenga en el tema de la hidrovía, solicitan tal intervención, respaldando la posición del gobierno paraguayo y en defensa de los intereses de las empresas estadounidenses afincadas en Paraguay.

Por si todo esto fuera poco, un diputado paraguayo pidió en el Congreso “ir a la guerra” con Argentina. Se ofreció para ello y demandó la necesidad de contar con misiles. La tensión política existe, pero todos deben recordar que una guerra se sabe cómo se inicia, pero nunca cómo termina. 

NOS ESTAMOS ACERCANDO AL FINAL DE LAS ELECCIONES PROVINCIALES

Este domingo, con las elecciones mendocinas, terminan los aprestos provinciales previos a la elección general del 22 de octubre. En esta etapa, ya se votó en Santa Fe y Chaco. Los resultados no fueron distintos a los esperados. Amplio triunfo de la coalición de Juntos por el Cambio (JxC), más el socialismo local, en Santa Fe. El mismo fue seguido el domingo pasado -con una victoria en primera vuelta- de la coalición identificada con JxC. 

Este triunfo de la oposición chaqueña y nacional, es un duro golpe a Jorge Capitanich. Desde hace años su figura política, para nuestro sistema político y de la mano de Cristina Fernández de Kirchner, estaba considerado como una alternativa para una candidatura presidencial. Fue Senador Nacional; cumplió tres mandatos como Gobernador; fue Intendente de Resistencia y dos veces Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación. 

En las elecciones de hoy en Mendoza, donde el padrón suma el 4,2% del nacional, compiten por la gobernación dos fuerzas que compartían la alianza de JxC. Una encabezada por el ex Gobernador Alfredo Cornejo, quien ganó las PASO de JxC y representa a fracciones del radicalismo. 

En el medio creció la figura de Omar De Marchi, ahora por fuera de JxC. De Marchi viene del tradicional Partido Demócrata, conocido como “los gansos” y ahora buscando el apoyo de Milei. Viene corriendo desde atrás y no lejos de Cornejo. El peronismo, totalmente desdibujado no aparece en la disputa por la gobernación. 


Ese futuro depende de dos circunstancias: El resultado electoral y la medida política que adopte el FMI.