Corrientes.- La presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, emitió el pasado 14 de enero el decreto 8.636/2016 a través del cual se formalizó una medida que desde hace años reclamaban los vecinos de las ciudades fronterizas
"Es una noticia largamente esperada por miles de familias que, como en Paso de los Libres, hacen sus vidas entre ambos países", señaló el jefe de Gabinete de la provincia, Eduardo Vischi. El ministro sostuvo que es "un gran adelanto, el cual se dio por el hecho de volver al Mercosur". "Después de que asumió Macri volvemos a ser confiables", añadió. Se trata del plan de Tráfico Vecinal Fronterizo, cuyos beneficios incluyen la emisión de un documento de identidad específico, llamado Cartera (tarjeta) de Tráfico Vecinal Fronterizo que permitirá el paso libre al Brasil y a Argentina a las personas que viven cerca de las fronteras sin tener que pasar por los controles aduaneros. La norma permite el acceso a la educación gratuita pública y servicios de salud en ambas fronteras, la misma mano de obra y los derechos de seguridad social, así como la simplificación de la normativa sobre el transporte de carga y pasajeros a través de una identificación especial sobre las placas de los vehículos. La Dirección Nacional de Migraciones será la responsable de la entrada y salida de personas del país. Regirá el control de los ciudadanos brasileños que viven en las llamadas “ciudades gemelas”, otorgándole la tarjeta. La Policía Federal estará a cargo de controlar el tránsito vecinal de los ciudadanos argentinos. El límite que actualmente está vigente es de 50 kilómetros a partir de la frontera hacia el interior de cada país, como una zona de transición en la que están vigentes los derechos y garantías de cada Estado. “Se logró lo que tanto anhelaban miles de argentinos y brasileños, en la búsqueda del mejor modo de interactuar entre ciudades apenas separadas por puentes o pasos fronterizos”, expresó Vischi. La Tarjeta Vecinal surgió de un convenio entre Argentina y Brasil en Puerto Iguazú el 30 de noviembre de 2005. Hasta el momento, esta tarjeta se venía utilizando desde hace más de dos años entre Brasil y Argentina, pero de manera irregular y sin la aprobación de la Legislatura brasileña. A partir de ahora será legalizada y con ello permitirá que quienes la ocupen estén habilitados a trabajar, a acceder a la educación, a la atención médica y a acceder al régimen de comercio fronterizo, tal como reza el decreto de Rousseff.
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