CRISTINA SE DESPIDE DE NACIONES UNIDAS

Dom 04/10/2015 | Archivo

La Presidenta, con su discurso ante la Asamblea General se despidió de las Naciones Unidas, habló de varias cosas, no habló de otras, pero dejó una señal de un futuro deseado. Cataluña y Grecia votaron, las urnas algo dijeron. Barrick y el cianuro en vaso
La Presidenta se va despidiendo de los grandes escenarios políticos. Esta semana lo hizo hablando en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí abordó varios de los principales temas que usualmente trae, para sus exposiciones en dicha Asamblea. Obviamente, habló de los “fondos buitre” y de la reciente Resolución de la Asamblea de Naciones Unidas sobre los 9 puntos que sirven como una referencia para las futuras reestructuraciones de deuda. Como ya lo dijimos en otro comentario, sobre este tema, en términos prácticos se trata de una “recomendación”, dado que sólo obligan a los Estados las Resoluciones del Consejo de Seguridad. Nuestro país para darle mayor solidez a esa Resolución envió al Parlamento una ley obligándose a respetar esos 9 puntos en toda negociación sobre el tema de la deuda. También hizo una extensa referencia a los pormenores vinculados al Memorándum de Entendimiento con Irán, que motivara tantos cuestionamientos y que -muchos relacionan- con la muerte del fiscal, Alberto Nisman. Para rescatar el valor de ese intento, por encontrar caminos que lleven a determinar los responsables del atentado a la AMIA, lo comparó con el acuerdo nuclear celebrado entre Estados Unidos e Irán. Colocó la mayor responsabilidad del fracaso -hasta la fecha- de las investigaciones sobre ese atentado en los servicios de inteligencia y particularmente en Jaime Stiusso, colocado fuera de tales servicios a fines del año pasado. Pidió la colaboración del gobierno de Estados Unidos para ubicar a ese personaje. Al regreso de la Presidenta hubo varias medidas y declaraciones vinculadas a ese hecho. Cristina, en un reportaje, planteó que el gobierno de Estados Unidos sabe que se encuentra en su territorio y el Canciller convocó al Embajador de ese país por igual motivo y el actual Jefe de Inteligencia acusó al gobierno de Estados Unidos de complicidad con Stiusso. Llamó la atención que, por primera vez, Cristina no se haya referido al tema Malvinas, sobre todo si tenemos presente que se cumplen 50 años de la Resolución 2.065 de la Asamblea de las Naciones Unidas que “insta” a Argentina y Gran Bretaña a dialogar sobre dicho conflicto. El canciller, Héctor Timerman, lo atribuyó a que no lo hizo por “falta de tiempo”. Es posible que sea algo más elemental y sencillo, confiada en su memoria y capacidad expositiva, llevada por otros caminos discursivos y apresurada porque largamente se había excedido en el tiempo, ese tema quedó trabado en algún lugar de su memoria, es sabido de qué modo la fatiga, concentración mental y ansiedad juegan en esas circunstancias. Para cerrar esta cuestión recordemos que Cristina en su discurso reivindicó que la Secretaría General de Naciones Unidas, en el próximo período, debe ser ocupada por una mujer. No lo dijo, pero sabe, que hay un código interno según el cual ese cargo en el próximo recambio correspondería a iberoamérica… y mujer. Cada uno podrá sacar las conclusiones que quiera. EN CATALUÑA Y GRECIA SE VOTÓ -LAS URNAS ALGO DIJERON En las últimas semanas se votó en Grecia y Cataluña. Fueron dos significativas elecciones. Su valor no es tanto por el peso numérico de sus participantes sino por lo que tienen de simbólico. Ellas nos dicen bastantes cosas sobre lo que está ocurriendo en Europa y en otras tierras y también hablan de un futuro no lejano. GRECIA Desde hace algunos años Grecia viene bamboleándose. El gobierno de los partidos tradicionales, de centro derecha y social demócratas, dejaron al país endeudado y sumido en una terrible miseria. La “troika”, que es el gobierno real de Europa (FMI, Banco Central de Europa y la Unión Europea), en coincidencia con los gobiernos de Alemania y Francia, ponía condiciones leoninas para prestar el dinero que le permitiera a Grecia, no caer en default y seguir en el área del euro. En ese marco, en enero de este año hubo elecciones y triunfó Syriza, una fuerza de izquierda, (36% de los votos) liderada por Alexis Tsipras. Las negociaciones entre la troika y el nuevo gobierno no resolvían el problema, no había acuerdo. A mediados del año, ante una dura propuesta de la “troika”, el gobierno griego -de izquierda- decidió una jugada audaz: someter el acuerdo a un referéndum. Se votó en julio y más del 61% dijo NO. La “troika”, que advirtió a los griegos sobre su molestia con ese referéndum, bramó de bronca. En gran parte de Europa había miedo por el futuro de la Unión Europea y del euro. Pero 48 horas después del referéndum sucedió algo inesperado. Tsipras, líder de la izquierda gobernante, se rindió. Fue a una reunión con la “troika” con una propuesta propia aún más humillante que la que los acreedores le habían planteado y a la que el referéndum dijo NO. La “troika” firmó feliz y vino la plata salvadora de Grecia, el euro y la Unión Europea. Conmoción dentro de Grecia, 25 diputados oficialistas dejaron sin quórum al Partido gobernante, dos ministros se fueron. Tsipras, demostrando que es un “brillante y hábil político de estos tiempos”, también renunció. Hubo que llamar a nuevas elecciones. Los disidentes armaron su propio partido y en la nueva elección Tsipras volvió a ganar con apenas 4 puntos menos que en la anterior, en una elección donde votó el 56% del padrón, un 7% menos que en la anterior. Los disidentes no llegaron al 3% y quedaron fuera del parlamento. El resultado es una ilustrativa paradoja. La dignidad del pueblo griego votó por el NO someterse a los designios del poder financiero internacional, con el 61% de los votos. Cuando su dirigencia dio marcha atrás el pueblo se “acomodó” a la nueva situación y decidió “salvar la ropa”, votando al que supone menos los va a hacer sufrir. CATALUÑA El domingo pasado se votó en Cataluña. Las elecciones eran para elegir autoridades legislativas y ejecutivas locales, pero tenían un fuerte condimento, se trata de la voluntad de independencia que atraviesa a la política e instituciones catalanas. Conviene mirar los resultados a la luz de ese conflicto con el Reino de España, del cual -hasta ahora- forma parte. De hecho, los sectores independentistas las venían planteando como una especie de referéndum, sin definir si la mayoría se refería a legisladores o votos. Los resultados indican que los partidos que abogan por la independencia reunieron 72 legisladores, sobre un total de 135, pero si lo medimos en votos alcanzaron el 48%. A partir de esos datos, el partido mayoritario, cabeza visible del empresariado catalán, que reunió el 39% de los votos, entiende que debería avanzar en una declaración unilateral de soberanía. Su aliado, en la propuesta de independencia es una fuerza de izquierda radicalizada que reunió 9% de los votos y considera que la elección obtenida no alcanza para seguir con una declaración unilateral. Si las elecciones son observadas desde la tradicional mirada de derecha e izquierda, las fuerzas triunfantes corresponde a sectores conservadores que habrían logrado 66 legisladores contra 55 de sectores de izquierda y 13 de grupos ideológicamente independientes. Desde el gobierno de Madrid han profundizado las medidas contra quienes defienden la soberanía de Cataluña. Han denunciando a la Justicia al máximo dirigente de esa política soberanista e –incluso– plantean dar marcha atrás en aspectos de autonomía ya reconocidos a Cataluña. Lo cierto es que esta cuestión y la votación de Cataluña han puesto en vilo a gran parte de Europa. Alemania y la mayor parte de los funcionarios de la Unión Europea le recuerdan a los catalanes que en caso de plantear la independencia dejarán de formar parte de ese agrupamiento. Es bueno tener presente que Cataluña es la región más rica del actual Reino de España y representa el 18,8% del PBI español. Por eso no debe extrañar el interés del empresariado catalán en no seguir aportando recursos a la España más pobre. A este argumento económico se le agregan otros de tipo lingüístico, histórico y político. Lo cierto es que frente a esta Europa de los Estados parece emerger otra Europa de los Pueblos. LA BARRICK Y EL CIANURO EN VASO Buena parte de los vecinos de Jáchal -en San Juan- están pasado de la “fiebre del oro” al temor por la contaminación del agua, producida por una pérdida de ese líquido mezclada con cianuro que se ha derramado por afluentes del río Jáchal. A medida que pasa el tiempo, el debate se agudiza y van apareciendo más y mayores responsabilidades de los directivos de la Barrick y de los funcionarios encargados de vigilar el cumplimiento de las normas legales. La Barrick allí explota una mina de oro a cielo abierto, utilizando el cianuro para separar el oro de las piedras. Inicialmente, un directivo de la empresa tratando de minimizar los efectos de este desastre sostuvo que tomar medio vaso de dicha agua no producía efecto alguno. Ahora, está procesado junto con el Secretario de Minería del Gobierno nacional. Otro emprendimiento argentino-chileno está llevando adelante la Barrick Gold para explotar oro en Pascua Lama, en la zona fronteriza. Esa obra ha sido suspendida por la Justicia chilena a pedido de los pobladores diaguitas de la zona, por perjudicar a los glaciares y el riesgo de contaminar el agua de la zona. Es interesante destacar que los tres candidatos con mayores posibilidades electorales han guardado un significativo silencio. Ninguno de ellos, pensando en las necesidades futuras de inversiones y créditos, tiene el menor interés en malquistarse con esta empresa, líder en la minería mundial. La Barrick paga el 1,7% del mineral que extrae. La experiencia internacional indica que al finalizar este tipo de emprendimientos no quedan en la zona ventajas para los vecinos, pero sí un fuerte perjuicio ambiental. Suele considerarse que la megaminería a cielo abierto es sinónimo de contaminación ambiental y saqueo económico.

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