El suceso político más importante en la semana, sin duda alguna, para miles y miles de vecinos de Misiones, paraguayos o misioneros, por su vivencia cultural tan íntima con nosotros, fue el verdadero golpe de Estado que sufrió Fernando Lugo en Paraguay.
Súper rápido, casi con términos jurídicos “ultra abreviados”, esos que se establecen en charlas nunca públicas, siempre reservadas, entre un fiscal y el condenado de turno, fue el proceso que lo destituyó a Lugo: duró entero 24 horas. Desde el principio, de todo lo ocurrido, no cerraba nada. Un secreto hermético rodeaba a los verdaderos motivos del quiebre de un proceso institucional que finalmente provocó una fisura grande al propio Mercosur entero. La historia humana y el libro de cabecera de occidente, la Biblia, son sabios cuando afirman que ningún secreto permanecerá como tal, que todo se sabe al final. En este caso, al final del golpe de Estado al Mercosur, se supo el motivo, contra quien es en realidad el golpe, de los impulsores de la determinación de reemplazar a Fernando Lugo, quedando como final abierto las decisiones que definitivamente adoptaron los actores de este juego peligroso que tuvo como uno de sus escenarios a Asunción, la capital de Paraguay.
Las palabras del nuevo presidente del Paraguay, Federico Franco, rubricaron la esencia de la movida que el viernes desplazó a Fernando Lugo. Sostuvo Franco, a las 2 horas de asumir, de manera pública: “Desarrollaremos la industria en el Paraguay, utilizando la energía de las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, creando fuentes de trabajo para evitar que compatriotas viajen al exterior”. La decisión política soberana de Paraguay, informando a sus socios del Mercosur que piensa utilizar la electricidad que producen las represas de las cuales es dueña, también pone en crisis todo el sistema económico de los socios mayoritarios del Mercosur, a Brasil, que es la sexta economía del mundo y a la Argentina, que es su complemento eficiente. Pone en crisis al sistema, debido a que hoy Paraguay no utiliza energía de esas hidroeléctricas, vendiendo esa electricidad al Brasil y a la Argentina. Para el Brasil significa el 18 por ciento de toda la electricidad que necesita para su sistema industrial de producción; para la Argentina, menos. El impacto sobre el Brasil será enorme, con sólo privarles del 1 por ciento de lo que hoy le vende Paraguay, volcándolo a un proyecto de desarrollo industrial nacional. El Presidente paraguayo no es un improvisado en temas de la política, es lo que nosotros acostumbramos a definir como un “político de raza”, por lo que sus palabras difícilmente se las podría analizar como una presión direccionada a Brasil y Argentina que amenazan con separarlo del Mercosur. En el escenario de la Triple Frontera, seguramente el anuncio ya tiene un reaseguro internacional, que financiará el inminente desarrollo industrial propuesto por Federico Franco, por parte de aquellos países interesados en tener un control directo sobre todas las fronteras del vecino Brasil y su territorio del Amazonas. Un Brasil que tiene en sus proyectos ampliar los espacios de sus fronteras económicas expuestos en el pacto comercial que tiene con China, del cual estaba próximo a participar el Mercosur entero.
Está todo caliente todavía. Sentimientos de angustia, tristeza, bronca, causó en la gente el desplazamiento injustificado y sin motivos reales de Fernando Lugo, para ir en el análisis más allá de las palabras y de los hechos de los propios protagonistas. Pero de ello no estaremos ajenos los misioneros. Más que nunca se agiganta la significación estratégica que tendrá la electricidad que produzcan las represas de Garabí-Panambí, seriamente en entredicho en nuestra Provincia, en esta encrucijada de las relaciones internacionales que se presenta.
EL PARO
Misiones miró y vivió todos los hechos citados con igual sorpresa que el desarrollo de los sucesos nacionales que se instalaron de la mano del sindicalista camionero Hugo Moyano y sus socios políticos, en los mismos días, casi a la misma hora, que los hechos ocurridos en el vecino Paraguay. En una sucesión sorprendente de coordinación y casualidad. ¿O causalidad, tal vez? Más allá del sorprendente interrogante, tuvo un impacto importante, sobre todo sicológico en la gente, el paro inicialmente dispuesto por camioneros, en el transporte de combustible. Largas colas en las estaciones de servicios mostraron que en la opinión pública se instaló una inicial incertidumbre que con el correr de las horas se normalizó. La posibilidad de paralización de gran parte de las actividades sobrevoló todos los hogares misioneros. El llamado a la calma con acciones concretas, que se transmitió desde el gobierno de Maurice Closs incidió fuertemente en ello.
Este paro, si sus propiciadores pensaron que sería bien visto por la gente, se llevaron una sorpresa mayúscula. En todos los sectores de nuestra provincia y en el país todo, el paro fue rechazado abiertamente por una sociedad que no entiende ni entendió que aquellos que mejor ganan, en una situación complicada de la economía internacional y nacional, salieron a reclamar de una manera si se quiere desproporcionada y sorpresiva, casi de arrebato. Prontamente fue advertido el rechazo de la gente por los huelguistas camioneros, que levantaron la medida de fuerza ante el daño y mal humor que provocaron, pero no obstante disponen una nueva jugada llamando a un paro general para el miércoles venidero. Muy autoritario se lo vio a Moyano a la hora de disponer esta medida, en la fría instalación de un canal de cable, en soledad de las bases, y pretendiendo interpretarlas, en realidad, avanza contra las instituciones, pues nadie se confunde cuando eleva sus críticas a Cristina Fernández de Kirchner, su jefa política hace sólo unos días. Arrastrando a esa imagen negativa a su actual socio político Daniel Scioli, el gobernador de la provincia de Buenos Aires quien, anticipando sus tiempos políticos ya ahora largó su campaña a las presidenciales del año 2015. Sin duda que la angustia de la espera no bien soportada, a veces lleva a sus actores en el anticipo a quedar expuestos a todas las venturas y desgracias de los socios que participan en la aventura, aún de aquellos indirectos. Si es que una foto puede delatar una relación política, así es el caso de Moyano y Scioli, quienes incluso, de manera pública, se expresaron lealtad de cara al año electoral del 2015. Igual suerte corrieron en el país, ante la gente, los dirigentes que se encuentran cercanos a estos dos hombres. La opinión más suave es que estos dirigentes apurados “perdieron el olfato político”, por el paso adelante fuera de tiempo que los dejó en “orsay”, con la gente de muy mal humor con ellos. Es que el interés y el “tiempo” de los dirigentes políticos no coinciden con los de la gente, sin que lo adviertan.
CUMPLEAÑOS
Casi como festejando cumpleaños, la gestión de Maurice Closs, los días 19 y 21 de junio, inauguró obras. Una, con directa relación en la producción, en la creación de fuentes de trabajo, como es la de poner en marcha una fábrica de terminación de muebles en la ciudad de Apóstoles. Dicha planta de Terminación de Muebles fue construida por el IPLyC, el organismo presidido por el ingeniero Eduardo Torres, quien gerencia a los juegos de azar, ahora volcando esos recursos directamente a la generación de empleos genuinos; además de concluir con la cadena de incorporar valor a la producción primaria, que arranca con la actividad forestal, plantando árboles. Esto es lo que expuso Maurice Closs: “Es un enorme desafío que pensemos a la cadena de valor del principio al fin, pero arrancando por el principio y advirtiendo las enormes oportunidades que hay”. Antes, durante la mañana, dejó habilitado un Centro de Atención Primaria de Salud en la localidad de San José.
El jueves, después de los festejos del miércoles, Closs encaminó a Misiones hacia lo que será su futuro más cercano. En la localidad de Bernardo de Irigoyen, visitó el sitio donde se construye el Parque Turístico Ambiental de Integración, cuya obra une, en la frontera seca, a Irigoyen con los municipios de Dionisio Cerqueria y Barracao (Brasil), formando una triple frontera entre los Estados de Santa Catarina, Paraná y Misiones. Un símbolo único en nuestra Latinoamérica. Closs valoró la obra indicando que el Parque: “representa un verdadero fenómeno de integración y probablemente en el mundo no haya -en estos momentos- una ejecución de obra de estas características”. Closs recorrió la obra de integración acompañado por el Intendente de Bernardo de Irigoyen, el Intendente de Puerto Iguazú, los Intendentes de Dionisio Cerqueira y Barracao, y Beto Richard, el gobernador del Estado de Paraná, Brasil. Una obra fenomenal que se extiende generosamente en el lado brasileño. Este es el verdadero norte hacia el cual se encamina nuestra provincia de la mano de la Renovación, en un marco de superación cuantitativo y cualitativo de nuestras posibilidades. Posibilidades que arrancaron hace 9 años cuando se fundó la Renovación el día 20 de junio del año 2003. En realidad, se fundó unos días antes. Claro que ese capítulo todavía no está escrito, en toda su extensión, por los que cimentaron verdaderamente el hoy de disfrute. Baste el siguiente ejemplo: hace unos años, exactamente en el 2008, uno de los principales actores de esto que nació para felicidad de todos los misioneros, en un asado, se enteró de los profundos abismos sobre los cuales caminaba el futuro de todos en esos días de absoluta incertidumbre, llenos de tensiones, intereses contradictorios, antagónicos, cuando estuvo a punto de estallar lo que nacía en aquel año 2003. Pero se quedó fijo el día 20 de junio como el de la fundación, pues en esa jornada vio la luz pública, en la Escuela de Música, el acuerdo final que celebraron Maurice Closs y Carlos Rovira una madrugada del día 19 de junio en la Ciudad de Posadas. Muchos festejos, íntimos muchos, se llevaron a cabo este 20 de junio. Existe motivo para ello, pues la Provincia avanzó y creció más del doble desde el año 2003 hasta la fecha. Un logro enorme, único, que permite casi justificar la existencia política misma, la vida misma, de las personas que participaron de ello. Tanto, que merece, en agradecimiento, una copa y un ¡Salud! del Pueblo misionero.
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