PARO GENERAL: A MEDIO SIGLO DE UN ESTALLIDO NACIONAL

Dom 02/06/2019 | Archivo

Se realizo está semana el 6to.paro nacional contra el gobierno de Macri. Pero ese mismo día se cumplieron 50 años del “Cordobazo”, el estallido cordobés que sintetizó un estado de rebeldía nacional. En materia electoral falta poco para que salga el sol, pero ya comienza a aclarar. Hubo elecciones para el Parlamento Europeo y emergió una realidad profundamente dividida
El paro general del pasado miércoles 29 que vació las calles, plazas y rutas, paralizando las principales actividades país, no sólo fue un estreno de las “supervallas” que nos regalaron los chinos y un aviso sobre la grave situación que estamos transitando. También recordó que -hace medio siglo atrás, en 1969- esta sociedad protagonizaba hechos de masas que conmovían a todos y preparaban las condiciones para grandes acciones y reacciones que le siguieron y que son imposibles de negar. Desde el golpe de 1966, gobernaban militares que se imaginaban en el poder por varias décadas. La crisis económica de algunos sectores, como los azucareros en particular, mostraba las uñas. La falta de libertades ahogaba a buena parte de la sociedad, sobre todo a sus más jóvenes. En la Universidad de Buenos Aires, la “Noche de los bastones largos”, motivó el vaciamiento docente de esa casa de estudios. Poco después del golpe fue asesinado, en Córdoba, un militante del radicalismo estudiantil. Su nombre Santiago Pampillón. Formaba parte de esa generación que trabajaba y estudiaba, queriendo y creyendo en un futuro distinto. En Tucumán, donde el sindicato azucarero, -la FOTIA- que había sido la única central del país que había decretado un paro -para el 17 de octubre de 1945- por la libertad del Coronel Juan Domingo Perón, volvía a encabezar la lucha. En 1965 fuerzas de izquierda y sectores del peronismo proscripto participaron y ganaron las elecciones en la Provincia de Tucumán, llevaban candidatos elegidos en asamblea en la puerta de los ingenios. El asesinato de Hilda Guerrero de Molina, en 1967, en el Ingenio Santa Lucía, fue la bandera de vastas acciones. Las luchas se fueron profundizando y en abril de 1969 en el norte santafesino una Marcha del Hambre, fue duramente reprimida. Pero, días después, Mayo sería el mes de las definiciones. Comenzó con la privatización del comedor universitario de Corrientes, aumentaron los costos de la comida y con ello las protestas que fueron reprimidas. Dirigentes porteños desecharon la importancia de esos hechos por tratarse de peleas “por el precio del sandwich”. En uno de esos reclamos, el 15 de mayo la policía mató el estudiante de medicina Juan José Cabral. En Rosario repudian esa muerte y el 17 cayó asesinado por balas policiales el estudiante de Ciencias Económicas, Adolfo Bello. El 21 se le agrega el asesinato de Luis Blanco, un joven de 15 años, estudiante secundario y aprendiz en una empresa metalúrgica. La sangre joven fue regando las calles del interior y fortaleciendo la voluntad de lucha de todo un pueblo que el poder ya no podría detener. El pueblo siguió haciéndose escuchar en las calles de Mendoza, Salta, Tucumán. Jóvenes, estudiantes y trabajadores, estaban a la cabeza de esas luchas. Pero sería en Córdoba donde se daría la gesta más notable, la que dejaría para la historia el nombre de esas jornadas. Al problema estudiantil que comenzaba a incendiar el país se le sumó la decisión oficial de eliminar el “sábado inglés pago”, que suprimía el sábado a la tarde de la jornada de trabajo obligatorio, que era una conquista que venía desde la década de los 30 y las “quitas zonales” que reducían el salario en determinadas zonas. En Córdoba, donde se habían asentado las principales fábricas automotrices -para abastecer a toda la región- y dónde la desocupación rozaba el cero, esa medida fue resistida. Una asamblea de los mecánicos del SMATA, realizada el 14 de mayo, en el Córdoba Sport Club fue reprimida haciendo germinar la semilla de la bronca. Ya estaban puestos los condimentos sociales. Raimundo Ongaro, el dirigente de la Combativa CGT de los Argentinos, anduvo por Córdoba atizando brasas. Los dirigentes sindicales de diferentes orientaciones se convencían que no podían dejar pasar ese intento oficial. Un acuerdo de los principales dirigentes y de las dos CGT fijó la fecha de la convocatoria a un paro de 36 horas que se iniciaría el 29 de mayo. Los tres convocantes más importantes fueron ambas Agustín Tosco, un militante de izquierda, del gremio de Luz y Fuerza; Atilio López de UTA y militante del peronismo combativo y Elpidio Torres de los mecánicos del SMATA y partícipe de la corriente identifica con el peronismo ortodoxo. En un rol de menor influencia estaban los representantes de la UOM, conducidos por Alejo Simó, empujado por Augusto Vandor a firmar esa convocatoria, Héctor Castro de un ATE moderadamente combativo. También recibieron el apoyo de Miguel Ángel Correa del gremio de la madera y Jorge Canelles de UOCRA, quienes estaban más cerca del peronismo ortodoxo que de los sectores combativos. Esta heterogeneidad hizo que muchos agrupamientos y partidos de izquierda no quisieron participar para no entrometerse en lo que vislumbraban como un “ajuste interno de sectores burocráticos”. Así de contradictoria es la historia! Los trabajadores salieron de sus fábricas y marcharon al centro. Hacia el medio día fue asesinado un trabajador mecánico: Máximo Mena. A media tarde las columnas obreras y las estudiantiles, se había apoderado de la ciudad. Córdoba era una ciudad tomada por los manifestantes. Cuando entraba la noche comenzaron los ingresos de tropas militares y durante el día 30, fueron horas de combate y recuperación de espacios por parte de las autoridades. Concluyó el Cordobazo con 4 muertos, 170 heridos y más de 300 detenidos, 15 de los cuales fueron condenados por un Consejo de Guerra Especial designado por el III Cuerpo de Ejército y luego -en noviembre- amnistiados por el Presidente Juan Carlos Onganía. Aquella lucha -que por momentos pareció victoriosa- se alzó contra la aplicación de la nefasta Doctrina de Seguridad Nacional impuesta por la dictadura establecida en 1966 y para mantener los derechos del Estado de Bienestar que iban camino a la extinción. El hecho que esos acontecimientos y las heroicas luchas que siguieron lograran victorias, como el efímero triunfo popular de 1973, nos dice que era un camino posible. La distancia entre aquella sociedad y la actual nos dan una dimensión de lo perdido, pero también señalan algunos caminos para recuperarlo. La desocupación era 4 veces menor; la pobreza era 6,5 veces inferior; las tasas de interés eran 3,5 veces menores a las actuales y la deuda (en dólares) era 10 veces menor. Evitar estos retrocesos sociales fue el objetivo de aquellas luchas y se puede considerar que son las deudas pendientes de las generaciones actuales y por venir. Pero queda para la memoria saber que hubo tiempos distintos y también respuestas sociales diferentes. A 50 años de una gigantesca rebeldía nacional, la CGT convocó a un “paro dominguero” para demostrar que sigue existiendo. La diferencia entre lo ocurrido entre una fecha y la otra es una explicación de la decadente situación que estamos transitando. ELECCIONES: FALTA PARA QUE SALGA EL SOL PERO YA ACLARA Pasan los días y los plazos electorales hacen que las charlas, rumores y negociaciones sean cada vez más urgentes y nerviosas. Si bien hay varias decisiones pendientes hay una figura central en las mismas, se trata enigmático e impredecible Sergio Massa, a quien la realidad le reduce las posibilidades, acaba de afirmar “La idea es sacar a Macri del poder, no a Cristina”. Con esta definición el futuro se va aclarando, aunque parece cocinado. Si Massa termina por inclinarse por el Frente Patriótico de “los Fernández” la cosa ya estaría terminada. En ese caso, “los Fernández” ganan en primera vuelta. Pero todavía el hombre de Tigre sigue con su discurso ambivalente, ahora avalado por un Congreso partidario que le dio amplias facultades para negociar una “coalición amplia y federal para derrotar a Mauricio Macri”. Esa definición, con la que pretende arrastrar a la “alternativa federal” a un acuerdo con el cristinismo, sigue dejando dudas sobre su ubicación final. Massa sabe que Roberto Lavagna se ha devaluado seriamente en los últimos días y que la candidatura de Juan Manuel Urtubey no tiene suficiente altura. Sabiendo que Miguel Ángel Pichetto nunca tuvo aspiraciones serias y Juan Schiaretti dijo “paso” y se queda recluido en la consolidación de su cordobesismo, Massa sabe que Alternativa Federal depende de él. En medio de esta situación los gobernadores preocupados por el control de sus territorios se van corriendo a la sombra del frente que encabezan “los Fernández” y tratan de colocar legisladores en las listas nacionales que ese Frente va armando. Cristina ha insinuado fuertemente cuáles son sus candidatos para la neurálgica provincia de Buenos Aires: Axel Kicillof y Verónica Magario, son “casi” candidatos. Se los promueve y aplaude, pero no se los ratifica. Hay dos razones para ello: Ese lugar puede ser para Massa, si no va a disputar con “los Fernández” la candidatura del Frente Patriótico. Además muchos intendentes tenían otras perspectivas y temen que Kicillof quiera meterse en sus territorios. Hubo Congreso radical y lo ocurrido sintetiza la situación de la dirigencia de ese histórico partido. Hubo todo tipo de críticas, insultos y agravios para Macri, pero al final primó la realidad y terminan dentro de CAMBIEMOS. Cambiaron la dura perspectiva de volver al llano por la posibilidad -ciertamente lejana- de seguir siendo una parte muy menor de un gobierno que procurará seguir manejando las vastas posibilidades de los recursos estatales. Mientras tanto Marcos Peña sigue alimentando el ego de Macri y todavía lo está convenciendo que debe resistir que todo va a mejorar y que no debe ceder su candidatura. El PRO reza, los radicales rezan, para que a último momento un hada bonaerense los salve del diluvio. ELECCIONES EUROPEAS: EMERGE UNA REGIÓN DIVIDIDA Del 23 al 26 de mayo más de 400 millones de europeos fueron convocados para votar y elegir un nuevo parlamento de 751 miembros. Votó más del 50% de los inscriptos, una cifra récord para los últimos 20 años. Había un fundado temor que las diferentes vertientes de euroescépticos (los que no creen en el futuro de esta Unión Europea) alcanzaran una fuerza parlamentaria incontenible y los débiles lazos de identidad de intereses de una Unión Europea fuertemente burocratizada volara por los aires, como ya pasó con la Gran Bretaña. Ese temor se reveló real pero no en la magnitud esperada y temida. En un panorama que incluye tal cantidad de votantes desplegados en la realidad de 25 países con expectativas diferentes solo es posible señalar algunos aspectos centrales. La primera constatación que se puede hacer es quela fuerza binaria de los partidos social-cristianos y social-demócratas, si bien continúan siendo mayoritarios, perdió–después de 40 años- la facultad de gobernar las instituciones europeas en un acuerdo mutuo. Sobre una mayoría necesaria de 376 eurodiputados, esos partidos sumaban 412 legisladores (según los resultados de 2014), esa cifra se ahora se redujo a 327. Las cifras globales de las 4 fuerzas mayoritarias indican lo siguiente: Los social cristianos (Partido Popular Europeo) con el 23,57% de los votos tienen 177 legisladores (221 en el 2014); social demócratas recogieron el 19,97% de los sufragios y 150 diputados (191 en 2014); los demócratas liberales con 107 legisladores y 19,25% de los votos (67 en 2014) y los verdes con 69 diputados y 9,19% de sufragios (50 en 2014). Hubo un avance de las fuerzas de derecha(triunfantes en Francia, Italia y Reino Unido) y los ecologistas (de gran elección en Alemania). Las fuerzas antieuropeas tienen, enel nuevo Parlamento Europeo,poco más de un cuarto del total de legisladores. Si bien no hacen peligrar la mayoría pro europea, constituyenuna fuerza cuya influenciasigue creciendo y se hará sentir en futuras decisiones, particularmente en el tema de los refugiados. Los dos partidos mayoritarios siguen perdiendo fuerza, pero su debacle queda disimulada, ante el avance de quienes no acuerdan con la actual Unión Europea, por la buena actuación de los liberales y los verdes, ambos sostenedores de la Unión Europea. La derecha euroescéptica tiene dos importantes referentes, son MatteoSalvini y Marine Le Pen, de Italia y Francia respectivamente. Llamativamente ellos representan a dos de los países fundadores y promotores de la Unión Europea y ahora sus principales cuestionadores. La tendencia general del voto juvenil se inclinó hacia los ecologista/verdes, se trata de la manifestación electoral de las masivas movilizaciones juveniles de estudiantes secundarios, en varios países europeos, demandando un mayor respeto al medio ambiente.

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