Pese a que cientos de millones de personas ya fueron terriblemente afectadas por desastres ocasionados por centrales nucleares en varios lugares del mundo, ahora surge aquí un interrogante: ¿la alianza, bajo el signo común del macrismo, que selló la uceerre misionera con un yerbatero y embajador afín a la industria atómica incluirá la propuesta de construcción de una central nuclear en la provincia?
Que la Unión Cívica Radical misionera se alíe con el empresario yerbatero que actualmente representa al gobierno nacional de Macri ante el reino de España, no es algo que deba sorprender mucho; mil y una vez hubo alianzas, ocultas o no, entre el yerbatero y dirigentes de los órganos de conducción de ese partido o con representantes de una o de otra línea interna radical. Desde siempre hubo pactos, e incluso desde la época en que en una de las casas de los involucrados en aquellos acuerdos lucía un cuadro del dictador italiano Mussolini, el socio de Hitler o desde que Ramón Puerta recorría las viviendas particulares de dirigentes de la UCR en sus tiempos de Gobernador. Nunca esos acuerdos estratégicos llegaron a buen puerto electoralmente, quizá para bien de los misioneros, aunque sí parece que hubo beneficios particulares importantes. En general, este tipo de alianzas movió a risa a los misioneros (aparte de las comprensibles indignaciones) e incluso esta vez no faltan los chistes, abonados por circunstancias fortuitas como el hecho de que justo en las horas en que la convención radical misionera sesionaba aprobando la alianza con el yerbatero, éste, en su condición de embajador, no atinase a hacer nada para que se le evite al rey de España y a su reina consorte Leticia el disgusto de tener que esperar una hora, por falta de escaleras, para poder bajar del avión luego de haber aterrizado en Buenos Aires para una visita de Estado, claro que de haber estado Puerta en el interior de la nave, la humillación no hubiera sucedido, pues seguramente con su conocida capacidad de persuasión hubiera justificado adecuadamente el hecho y sobre todo la ausencia del presidente Mauricio Macri en la recepción de la pareja Real, pues fue el Embajador, casi un alter ego del presidente, quien concurrió a recibir al Rey y a la reina Leticia. La humillación sufrida es casi idéntica a la padecida por el rey Luis XIV de Francia en el año 1685, que le trajo serias y terribles consecuencias al Dux de Génova, ofensor en el caso. Entre aquel Rey y este Rey de España, Felipe VI, ninguna distinción existe, por lo que seguramente el embajador Ramón Puerta será revisado por el Protocolo del Reino Constitucional de España, en lo que refiere a su placed y cartas de presentación.
Pero en la alianza que con el yerbatero embajador selló ahora la uceerre misionera, puede haber también algo nada gracioso que podría contaminar la campaña proselitista y contaminar, en serio en este caso, el ambiente de esta región del mundo, el corazón de Suramérica.
Hay algunos datos a tener en cuenta
En la campaña proselitista del 2007, el empresario en cuestión, entonces candidato a gobernador de la provincia, propuso la construcción de centrales nucleares como la gran solución al problema de la energía. Decía que la generación atómica es lo más seguro para el ambiente, como si no hubiese sucedido los tantos desastres en centrales nucleares de varios países que afectaron a millones de personas y destruyeron ambientes, ciudades, industrias, economías, y un largo etcétera de sectores destruidos. Y el año pasado, ya como embajador ante España, este empresario tan encompinchado con los radicales misioneros, promovió la participación en el “Encuentro Empresarial Argentina – España” de empresas que integran el foro de la industria nuclear española, interesadas en participar en construcciones de centrales atómicas. Como Ensa, suministradora de componentes nucleares; Idom, especializada en plantas de generación de energía; y Tecnatom, que ofrece varios servicios de apoyo a centrales nucleares. O sea: la campaña electoral que se avecina en la provincia podría, de la parte de la alianza que incluye al Pro, a la uceerre y al puertismo, tener un condimento bastante contaminante, peligrosamente contaminante. Máxime si le sumamos la actitud de Mauricio Macri de reanudar la construcción de plantas nucleares en provincia de Buenos Aires. Estaría resultando inconveniente aquella provincia para impulsar en Misiones un proyecto político que impulsa estas energías? Un dilema que el tiempo, en los días venideros de la campaña, desnudará en toda su magnitud.
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