BRASIL: EL PODER SE CORRE DE BOLSONARO A MILITARES

Dom 10/03/2019 | Archivo

Los militares brasileños ejercen cada vez más directamente el poder. Hay nombres y funciones de quienes hoy van teniendo más decisión que el Presidente constitucional, duramente criticado en el reciente Carnaval. Macri vs. Cristina o viceversa, sigue el juego: El macrismo afina su puntería y estrategia para la difícil misión de ganar elecciones; Cristina sueña con dar un “batacazo” hoy en Neuquén
Este carnaval brasileño vive con intensidad su fuerte contenido político. Eso no es ninguna novedad. Se trata de la fiesta popular más importante de ese país y es lógico que, sus tradicionales carrozas y desfiles, traigan esa realidad al escenario festivo. Hasta ahí, todo normal. Lo interesante de este carnaval -en ese vecino país- es que esos contenidos, totalmente críticos para Jair Bolsonaro, aceleran la progresiva pérdida de su poder a favor de un elenco militar que está ocupando su lugar en las decisiones. Pero lo llamativo del caso es que esas críticas, que son a Bolsonaro y sus políticas, pueden llegar a consolidarse bajo la égida de un poder militar sólido y organizado. El avance de ese poder militar se encubre apoyándose en los desatinos de Bolsonaro, aunque comparta buena parte de sus políticas. Como reflejando el pensamiento que va creciendo en la calle, 27 comparsas de Río de Janeiro, Sao Paulo, Belo Horizonte, Salvador y Recife criticaron -hasta el agravio- a Bolsonaro. Éste se dedicó, durante los días de carnaval, a contestar con groserías las manifestaciones de las comparsas callejeras, sin olvidarse de criticar a dos ídolos de la cultura popular como Caetano Veloso y Daniela Mercury que difundieron la ironía “Prohibido el Carnaval”. En el mágico sambódromo de Río de Janeiro, catedral del carnaval brasileño, atronaron los cánticos críticos a Bolsonaro. Mangueira, la escuela de samba triunfadora en el último carnaval de Río de Janeiro hizo de los “Héroes olvidados” (la Historia que la historia no cuenta) el motivo de su desfile. En la bandera nacional que encabezaba el desfile, las tradicionales palabras “Orden y Progreso” fueron reemplazadas por “Indios, Negros y Pobres”. Criticaron a los dictadores que el Presidente reivindica y consideraron genocida al Duque de Caxias, símbolo del ejército brasileño, considerado como el jefe real de la Guerra de la Triple Alianza, contra el pueblo paraguayo. También irrumpió una crítica generalizada a la actual corrupción y a la aparición de testaferros del Presidente, identificados popularmente con ropa naranja (“laranja”), lo que hizo difundir ese color dentro del público asistente. Estos hechos, que se pueden interpretar como anecdóticos, van revelando de qué modo se va deteriorando el prestigio del actual Presidente, cuya popularidad -a los 50 días de haber asumido- es de solo un 38%, la mínima en la historia del Brasil en un tiempo tan breve. Detrás de ese desgaste va avanzando el poder militar… COMO EN 1964: LOS MILITARES GOBIERNAN EN BRASIL El 31 de marzo de 1964 un golpe militar desalojó del gobierno, acusándolo de comunista, a Joao Goulart. Años después (diciembre 1976), en el marco del “Plan Cóndor” -una colaboración de las dictaduras militares que asolaban la región- Goulart habría sido envenenado en la estancia que tenía en Mercedes (provincia de Corrientes). Según las denuncias existentes, para ese Plan -orquestado por la CIA- se usó un remedio procedente de Chile que fue “tocado” por los servicios uruguayos, a instancias del gobierno de Brasil. En 1964 se inició una larga dictadura que gobernó 21 años, hasta el 15 de marzo de 1985. Fue el período de un férreo poder militar que vulneró derechos civiles, laborales y sociales. Se reprimieron las luchas por esos derechos sojuzgados y se produjo un fuerte avance en la concentración de riquezas. A ese doloroso costo, Brasil fue modernizado y avanzó en su industrialización. En los tiempos que corren, a 34 años del fin de aquel gobierno, otros militares vuelven a ocupar el centro de la escena de Brasil. En estas reflexiones cuando se habla de un nuevo gobierno militar no se refiere a las extravagancias de Bolsonaro, un Capitán del Ejército (arrestado por insubordinación -al reclamar por los bajos salarios del personal militar- y absuelto dos años más tarde) que asumió la Presidencia este año, luego de ocupar una banca de diputado de 1991. Tampoco se coloca el eje en los 8 ministros militares que integran su actual gabinete. No! Lo que se dice es que los militares, por encima de Bolsonaro están tomando las riendas del país. Estamos transitando lo que puede reconocerse como la crónica de un destino anunciado. Técnicamente no es un Golpe de Estado porque todos ellos forman parte del actual poder y lo van sustituyendo en la sombras. El jefe natural de esta auténtica “Junta de Gobierno” es el General Eduardo Villas Boas, jefe del Ejército desde 2015 hasta el 11 de enero de este año. Es el articulador del grupo y sostenedor de la candidatura presidencial de Bolsonaro. El propio Presidente al asumir su mandato dijo de él: “Usted es uno de los responsables de que yo esté aquí”. Una grave enfermedad lo tiene en silla de ruedas y respirador artificial, lo que le impide asumir plenamente esa función de coordinación del poder real. Esa tarea está en manos del General Augusto Heleno (ministro jJefe de Seguridad Institucional de la Presidencia) e integrante junto a los generales Carlos Alberto Dos Santos Cruz (secretario de Gobierno) y Florencio Peixoto Neto (nuevo secretario general de la Presidencia), del grupo de generales que presidieron la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (Minustah) en Haití. Todos ellos viejos amigos y miembros del grupo que hoy gobierna Brasil. A ellos se le agrega otro General, el actual Vicepresidente Hamilton Mourao, ajeno al grupo, pero imprescindible por el rol de vicepresidente de Bolsonaro. Ese clan constituye el sector emergente de una entidad corporativa que tiene un pensamiento nacionalista, que promueve un Estado autoritario, con un modelo educativo elitista de tono militar y promotor de una fuerte concentración económica, pero sin identificarse con el neoliberalismo. De allí que una fuente de conflictos es la presencia en el gabinete de Paulo Guedes, el ultra liberal ministro de Economía. Este tema junto a algunas tensiones con EE.UU. -como el negado uso de su territorio para intervenir en Venezuela- además de su odio visceral hacia las organizaciones populares y sectores de izquierda, constituyen los aspectos centrales de este nuevo poder brasileño, más cercano al ideario del golpe del 64 que de las excentricidades de Bolsonaro. CRISTINA vs MACRI; MACRI vs CRISTINA: EL CLÁSICO, HOY En la mayor parte de los discursos de oficialismo y oposición se habla de “cerrar la grieta”. Sin embargo, las actividades cotidianas de ambas tendencias indican lo contrario. Cristina vs. Macri, o al revés, son tema de las discusiones familiares, de los bares y oficinas, la vida educativa, la actividad económica, los debates periodísticos o el quehacer tribunalicio. Circula una versión en el sentido que tal abismo tiene que ver con el hecho que en las próximas elecciones se discute el temas de las esposas (no hablamos de mujeres); si Cristina se las pone a Macri o éste a Cristina. Aunque no parece que ése sea el destino de ninguno de estos líderes puede ser que influya en el fundamentalismo de sus más próximos, que están sufriendo -en las cárceles- esas penurias y esperan ver a sus enemigos políticos recorrer el mismo camino. Vamos hacer una breve actualización sobre algunos hechos de este debate. MACRI INTENTA DEFENDERSE COMO “GATO PANZA ARRIBA” Macri puede estar logrando algunos objetivos personales, de sus allegados más cercanos o de algunos poderes mundiales, pero no queda duda que en su fuero íntimo debe sentir su fracaso en el presente y el temor hacia el futuro propio. De allí la respuesta agresiva que motiva el título de estas reflexiones. Eso fue evidente en el discurso de inauguración de un nuevo período legislativo. Los datos son apabullantes y no dejan lugar a dudas. No hay cifras positivas, todo parece una mancha de aceite que se sigue expandiendo: Caen empleo, actividad económica, ventas, producción, inversiones. Pero suben desocupación, suspensiones, inflación, ahh… también el dólar y con ello el riesgo que tenga razón la conocida revista económica Forbes que sostiene que “Argentina está a un paso del colapso económico” y complementa diciendo que todo se agrava por el endeudamiento, la fuga de capitales y con grandes empresas (Coca-Cola Femsa, Avianca, Carrefour) en medio de Procedimientos Preventivos de Crisis. CRISTINA CREE QUE EN NEUQUÉN PUEDE DAR UN “BATACAZO” Hoy se realiza en Neuquén la primera elección a gobernador de esta larga lista que nos espera. Cristina, arriesgando poco, se puede llevar mucho. De las 9 fórmulas hay 3 que compiten con posibilidades de ganar. Representan a las mismas fuerzas que en las pasadas elecciones estuvieron separadas por escasa diferencia. Se trata del oficialista Movimiento Popular Neuquino (MPN), que gobierna desde 1962 (incluido el período de la dictadura), su candidato Omar Gutiérrez va por la reelección, su reciente acercamiento a Macri no parece haberlo beneficiado, ya eliminó de la campaña las fotos con el Presidente; el intendente de la Capital, Horacio “Pechi” Quiroga apareció de la mano de Cambiemos, pero diversas desinteligencias con el Gobierno nacional le hacen perder fuerza; por último, aparece la oposición estrella de la mano de Ramón Rioseco, quien fuera “piquetero” y luego intendente, en Cutral Có. Detrás de su figura se han alineado PJ y cristinismo. La ex presidenta envió su gente, apoyos, fotos y videos con este candidato. Un triunfo de Rioseco tendría un triple valor: La derrota histórica, después de 55 años de gobierno, del MPN; el carácter “invencible” de la unidad entre PJ y cristinismo y el valor específico del apoyo de Cristina. Esa victoria trasmitiría la idea que Cristina está en condiciones para preparar y conducir una victoria nacional. El árbitro de la pelea puede ser el ex gobernador Jorge Sobisch que ronda el 10% de los votos que son contrarios al kirchnerismo y que salen de la cantera del candidato del MPN. SISMOS BAJO TIERRA Y CON EL DÓLAR Los últimos días de la semana permitieron observar dos sismos que pueden afectar la elección del domingo y el futuro del país, haciendo temblar las piernas de más de un funcionario que alquila la Casa Rosada. Un temblor tiene que ver con el dólar que, cada tanto, se pone a volar por encima de las nubes. El famoso “mercado” dio dos mensajes, la suba del dólar y un comunicado del FMI. Lo ocurrido con el dólar se puede leer en el marco de la afirmación ya hecha en el sentido del riesgo de un “colapso de la economía”. El FMI le agregó un picante diciendo que “seguirá apoyando a la Argentina sin importar los cambios políticos”. Eso y decir este gobierno ya no me interesa es lo mismo. El otro sismo fue en la madrugada del jueves. Hubo un temblor de 4.8 de la escala Ritcher que tuvo su epicentro en Sauzal Bonito en la zona de Vaca Muerta. Allí se están extrayendo hidrocarburos con el método del fracking. Este temblor produjo daños en viviendas y se hizo sentir hasta la capital de Neuquén. Sus causas son discutibles, desde los discursos oficiales se habla de choque o superposición natural de placas tectónicas. La población sostiene que esos hechos se vienen multiplicando desde que empezaron las perforaciones y explosiones de profundidad en Vaca Muerta. Otro sismo que va por abajo y a mayor profundidad que las explosiones y temblores es el financiamiento de la explotación por medio del fracking. En EE.UU., donde esta técnica permitió el autoabastecimiento, los miedos crecen porque las ganancias no son las esperadas, las inversiones comienzan a escasear y la producción disminuye. Esa perspectiva, aunque no tome estado público porque todos prefieren callar, está en la raíz de los problemas y debates que hay en torno de Vaca Muerta. Los empresarios quieren asegurarse ¡Ya! las mayores ganancias, vía subsidios estatales, porque nadie tiene certeza sobre el futuro de este tipo de explotación.

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