El primer ministro japonés, Shinzo Abe, visitó ayer la región del oeste de Japón donde al menos 179 personas murieron en la última semana a causa de las inundaciones y los deslizamientos de tierra provocados por lluvias torrenciales
Abe, quien anuló una gira por cuatro países, estuvo en la provincia de Okayama, una de las más afectadas, junto con Hiroshima. El dirigente no hizo declaraciones y se entrevistó brevemente en privado con algunos habitantes que tuvieron que abandonar sus hogares ante las fuertes lluvias. Además de los 179 muertos registrados, las autoridades dicen que no tienen noticias de al menos otros nueve ciudadanos, aunque los medios hablan de entre 50 y 60 desaparecidos.
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