El director de Alerta Temprana del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la provincia, Daniel Fernández Catá, se refirió al riesgo que implicó para la región el derrame de cloro ocurrido el martes, en forma accidental, en la localidad de Carmen del Paraná, en Paraguay, ubicada a 30 kilómetros de la ciudad posadeña
El funcionario explicó que si bien, el accidente fue controlado en pocas horas por las autoridades locales, “nos mantuvimos en diálogo, e incluso chequeamos las condiciones meteorológicas a los efectos de determinar si algún residuo en el aire -gas cloro- podría trasladarse y afectar zonas urbanas. Esto se hizo a partir de que sabemos que el gas cloro es muy dañino para la salud, y que la localidad paraguaya se encuentra a pocos kilómetros de Posadas, más precisamente, frente a Nemesio Parma”, indicó Fernández Catá. “Ante la posible formación de una nube de gas cloro, decidimos analizar qué estaba sucediendo con la meteorología, en especial, la acción del viento. Por esas horas, el viento estaba soplando desde el Sur con dirección al Norte y si se hubiera formado una nube con el gas, eventualmente, se habría dispersado hacia el lado de Paraguay. Luego, con el correr de las horas, el suceso fue controlado y se determinó que no quedaron restos nocivos”, explicó.
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