Con la ayuda de la Compañía Especial de Búsqueda y Salvamento del Cuerpo de Bomberos Militar, la Policía Civil realizó una operación de excavación en el terreno donde se encuentra el templo macabro, sospechoso de haber refugiado un ritual de sacrificio donde asesinaron a dos hermanitos correntinos. El templo, se encuentra en una carretera de suelo batido de la ERS 020, en Gravataí, Brasil. Los canes de los bomberos que son capaces de encontrar cadáveres unos metros bajo la tierra, fueron empleados. El trabajo entre el lunes y el martes, con aval judicial, fue coordinado por el delegado Rogério Baggio, de la Comisaría de Homicidios y Protección a la Persona de Novo Hamburgo. El caso de los dos niños muertos y descuartizados en un posible ritual satánico, ya recibió más de 60 días de plazo, concedido por la jueza, Ángela Roberta Paps Dumerque. Cuatro personas, incluido el líder de la secta, se encuentran presas. Otras tres están prófugas, una de ellas es Alves, un hombre oriundo de Bernardo de Irigoyen sospechado de entregar a los niños a quienes habría recibido previamente por parte de una familiar suya.
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