NAVIDAD CON JUSTICIA SOCIAL EN MISIONES

Dom 24/12/2017 | Archivo


Una semana casi crítica en cuanto al desarrollo de los días que se avecinan para todos los humanos de este Planeta. Varios hechos sucedidos exponen que todo o casi todo lo que uno puede pensar que sostenga una guerra abierta, no ya por partes como lo señala el Papa Francisco, se puede avecinar y está en las puertas de todos. Varios hechos de la realidad muestran que el escenario está casi preparado para ese terrible suceso. Dos centros de la Tierra están al rojo vivo. La península de Corea y el Oriente Próximo. En Corea, quien nos expone la situación es la vecina de Corea del Norte, la República Popular China, que sostuvo en la persona de unos de sus principales asesores en materia de seguridad: “Las condiciones actuales en la península (coreana) representan el mayor riesgo de una guerra en décadas”. Esto afirmó Shi Yinhong, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Renmin de China y asesor del Consejo de Estado -máximo órgano del poder ejecutivo chino-. De acuerdo con Shi, “Corea es una bomba de relojería”. La noticia fue difundida por el principal medio chino South China Morning Post (SCMP). En tanto, cree que los dos principales responsables de esta situación, el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, están encerrados en un círculo vicioso de amenazas que los lleva a un enfrentamiento directo, en tanto que China nada puede hacer al respecto. Más que prepararse para una guerra de consecuencias impensables en su frontera más sensible. Casi como una foto de ello, en la semana también Corea del Norte anunció que está cargando con Antrax sus misiles, que en principio eran para armas nucleares, con lo que la amenaza es cada vez más presente, en tanto, el Antrax es un químico de fácil adquisición en los mercados internacionales, si es que aquel País no posee su producción. Una presencia temible de muerte, destrucción, que sin embargo tiene de parte de su adversario Norteamérica, más presión y desafíos en vez de prudencia y posibilidades de apaciguamientos. El otro centro neurálgico que amenaza explotar es el Oriente Próximo. Esto, a partir de una declaración simple de reconocimiento de apoyo de una de las posiciones que mantiene al Mundo en conflicto desde hace decenas de años. Lo hizo Donald Trump, con el reconocimiento de que Jerusalén es la Capital de Israel. Fue este el puntapié de un verdadero incendio del fuego más denso que se esparció como un reguero de muerte y dolor, que ya tiene decenas de muertos y heridos tras pocos días de la declaración que trae a la memoria colectiva de la Humanidad entera el famoso Armagedón que nos advierte la Biblia. Es que la capacidad de destrucción masiva que existe en este espacio vital es terrorífico y para darse sólo una imagen de la capacidad de destrucción, es tan amenazante que el arsenal de Israel tiene un efecto disuasorio sobre 1.000 millones de árabes. Se sostiene que tiene en sus silos más de 300 bombas atómicas Israel. Lo que no sujeta que el arzobispo de Jerusalén, de la Iglesia Católica acuse a Trump de “arruinar” la Navidad. Es que en el conjunto de fallecidos se cuentan decenas de mártires ahora de la Iglesia Católica, en un baño de sangre, que se extiende cada día más. “Viernes de ira” tituló la prensa al que transcurrió y que se llevó la vida de muchas personas, lo que llevó al dignatario de la Iglesia arzobispo Pierbattista Pizzaballa, a señalar: “El anuncio de la decisión de Trump, el 6 de este mes, creó tensiones en torno de Jerusalén y desvió la atención de la Navidad en un momento del año en que muchos peregrinos visitan tradicionalmente la Ciudad Santa, causó crispación en Belén, otro lugar prominente del cristianismo en la Cisjordania ocupada, y esto ha asustado a mucha gente y tenemos a menos visitantes de lo previsto”. Trump, sin escuchar estas súplicas redobló su actitud belicosa afirmando que “castigará económicamente” a aquellos países que critiquen su decisión en torno de Jerusalén. Toda una suerte de encender más fuegos para la guerra, que pareciera que se quiere a cualquier precio, sin importar las vidas humanas que comenzaron a costar. MÁS POBRES EN LA “GATERA” “La gatera”, un lugar de partida de las carreras de caballos es bien conocida por aquellos cultores y amantes de esta actividad. En esta ocasión, tiene la virtud de exponernos la apertura de las puertas de más pobreza, destrucción y muerte en nuestro País, desatada a partir de la sanción de una ley, con la cual se pone al borde de esas calamidades a más de 8 millones de personas con posibilidades de sumarse a los 14 millones de pobres y desahuciados que anunció la Universidad Católica Argentina en la semana, que hoy están presentes en la sociedad argentina. Una Argentina que sin embargo en la persona de algunos de sus hombres y mujeres salió a la calle contra esa ley, la nueva ley jubilatoria, que todo el conjunto social advierte que no es la mejor para aquellos a los que está destinada: los jubilados de todo el País. Además de los sectores más vulnerables como hoy se desarrolla en las páginas 10 y 11 de esta Edición. No es sólo una ley la que amenaza al conjunto social, sino toda la sumatoria de la situación económica cada vez más crítica como lo señalan los parámetros que llevan las estadísticas sociales y aquellas instituciones preocupadas por lo social. Por lo pronto, por ejemplo, la mitad de los jubilados y pensionados del conurbano no cubre sus consumos básicos con sus ingresos son cerca de 670 mil personas. El 20%, además, no cubre su necesidad de medicamentos. Siendo el escenario en el País de “tierra adentro” mucho más crítico. En los dos últimos años los remedios más consumidos por los jubilados y pensionados tuvieron un aumento en sus costos del 266 por ciento, lo que pone al sector en el límite entre la vida y la muerte, ante la disminución comprobada de sus ingresos con la ley previsional sancionada. Una ley que de acuerdo con encuestas que se han llevado a cabo en la semana es considerada por la gente como muy mala. Así piensa de ella el 85 por ciento de los argentinos, que la condenan irremediablemente. Tan penosa es la condición del sector que la Conferencia Episcopal Argentina le expuso a Mauricio Macri “su profunda preocupación por la situación de los jubilados”. Lo señaló la nueva comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), encabezada por el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, durante una reunión que se llevó a cabo en la Casa Rosada. Desde la Conferencia Episcopal indicaron: “Se habló durante casi una hora, con franqueza y claridad sobre la situación socio-política que está viviendo el país. En ese contexto, los obispos expresaron al Presidente sus preocupaciones por la situación de los jubilados, la magnitud de los hechos de violencia registrados y la característica de la respuesta de las fuerzas de seguridad”. Más allá de la clara postura al lado de los más humildes y desposeídos, la Iglesia no dejó de mostrar alarma por todo el dantesco escenario social que día a día sumerge a más hombres y mujeres en esa situación. Reclamando por “dialogo”, exponiendo que ello es una materia ausente por estos días. Tanta es la participación de la Iglesia Católica que una de las más importantes manifestaciones de la semana que transcurrió involucró a sectores sindicales muy cercanos orgánicamente a ella. Un cuadro de situación que sin embargo no afectó en nada el avance legislativo en materia impositiva, fiscales, que sin perjuicio de la declamada “baja de impuestos generales”, según los analistas no es más que una transferencia enorme de recursos hacia la obra pública de tres Provincias, profundizando la concentración de una cantidad de recursos hacia el “gasto social” más que a la creación de fuentes de trabajo. “PAQUETE FISCAL” También la Cámara de Diputados de la Nación dio “media sanción” al paquete fiscal que ató al Gobierno Nacional con las Provincias, “todas menos una” señaló uno de los principales dirigentes de Cambiemos, el jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta esta semana. Un paquete que tiene su antecedente no tan lejos indicando los expertos en economía. Situando uno muy similar en el año 1993. Con mal resultado para todos los sectores de la comunidad. En aquella ocasión se lo denominó “Pacto Federal” y fue firmado con idéntica finalidad que ahora, sin embargo aquel “Pacto Federal” para el empleo, la producción y el crecimiento, no generó más producción, menos empleo ni menos crecimiento. Tal vez esa sea la razón por la cual el mismo Mauricio Macri indicara que este esquema en desarrollo será efectivo en “la medida que se cumpla”. La “carga” puesta sobre las espaldas de la gente es grande, en realidad, cada día es más grande. Por lo pronto, se conoció que la deuda externa en el año creció un 20 por ciento elevándose a 216.351 millones de dólares en el tercer trimestre. Con una balanza comercial cada día más crítica. Pero tal vez, lo más palpable es la falta de esperanza de la gente, traducida en encuestas que exponen que durante el mes de diciembre la confianza del consumidor cayó un 15,5 por ciento, la mayor en 22 meses del gobierno de Cambiemos, que verdaderamente sitúa al espíritu de los argentinos francamente en “picada”. Con un problema en el horizonte inmediato. Quedan cada vez menos “culpables” de corrupción sueltos de la Justicia a quienes culpar de la situación “heredada” nunca expuesta menos señalada y aparece el manejo propio, único, exclusivo de la actual gestión en la situación verdaderamente negativa de la economía. Ante la desesperación de los sectores más vulnerables que han causado verdadero temor a las clases sociales más poderosas, que claman por “paz social”. Una “paz social”, que sin embargo le reclamaron al Gobierno con el “ruido de las cacerolas” como muestra de rechazo a las medidas en curso que impone el Gobierno nacional. “Cacerolas” que en encuestas, el 62% considera que fueron espontáneas y un 54% que golpearon la imagen de la gestión de Mauricio Macri. Con una particularidad en torno de las protestas callejeras frente al Congreso Nacional, cuando se votaban leyes: el 73% de los consultados opinó que fueron “planificadas”, y sólo un 13% que fueron espontáneas. Un cuadro complejo en un diciembre que parece eterno y un enero que puede ser muy “caliente”. PAZ SOCIAL EN MISIONES Es tan natural que los misioneros vivamos en paz que casi que nadie o no tantas personas lo aprecian en sus justos alcances. Sin embargo, si se aprecia que el País entero clama por paz social, ante un resurgir de caminos que no llevan a ninguna parte, no tienen alternativas para una sociedad con hambre ni esperanzas de progreso, para el conjunto, salvo para muy pocos con expectativas de opulencias. Nuestra Provincia, en ese escenario cual una paradoja crece económicamente producto de una conducción firme de las riendas del Estado por el conjunto de la dirigencia renovadora, que gobierna indefectiblemente para todos, propios, opositores, ricos y pobres, sobre la base de igualdad de oportunidades para todos sin exclusión, en una sociedad donde la realización de todo hombre o mujer que nace acá tiene como premio al tesón al esfuerzo, su crecimiento personal material y espiritual. Esa es la Misiones de estos días. Una Misiones que transita estos últimos días del año 2017 con esperanzas, con ilusiones, con trabajo, en suma con un porvenir donde la única realización posible es la del conjunto de la sociedad, sin discriminación con total inclusión de propios y ajenos. En ese escenario, no extrañó que en la semana el Gobierno pague el “bono provincial” a todos sus agentes del Estado provincial, el Instituto de Previsión Social entregue otros 51 nuevos créditos a beneficiarios del sector pasivo, llegando así a 5.450 préstamos a jubilados en un hecho financiero social único, llegando a la suma de pesos 78.467.200, en este concepto. El Ministerio de Desarrollo Social, que conduce Lisandro Benmaor, en la semana entregue subsidios por 1 millón de pesos, el Gobierno entregue con el “Plan Mi Título” otros 110 títulos de propiedad, en esta oportunidad materializados con boletos de compraventa, de unas 980 hectáreas en un acto que presidió el gobernador Passalacqua, llevado a cabo en la Escuela 710 de El Soberbio, tierras del denominado Paraje Ongay llegaron finalmente a aquellos que las trabajan. Un acto emotivo que fue cerrado con palabras sentidas, sencillas, que llegaron al corazón de todos: “Sólo pido que tengan la mejor Navidad, porque están en su tierra”, les deseó Hugo Passalacqua. Un Gobierno que estuvo en la “política grande” cuando en la Cámara de Diputados, presidida por Carlos Rovira se ratificó los acuerdos firmados por el gobernador Passalacqua con el Gobierno nacional, facilitando decisivamente la gobernabilidad a Mauricio Macri y Cambiemos. Una Misiones presente, ejecutando a rajatablas la solidaridad social y la Justicia Social en todos los hogares de la Provincia se pudo valorar en esta Navidad de tiempos difíciles, que tal vez no es la mejor, pero tampoco amarga, por el corazón solidario con la gente, que tiene el Gobierno provincial.

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