La intersección de las calles Gómez Portiño y Brasil, en Posadas, se halla en pésimas condiciones debido a una obra en construcción que no cuenta con carteles a la vista para saber quién es el responsable
Los vecinos se quejan de que la esquina se convirtió “en un fangal” por las máquinas que trabajan en la obra y también por una pérdida de agua que data de meses, cuando inició la edificación. Esto se tornó un obstáculo para los transeúntes a la hora de circular por la calle. Asimismo, representa un inconveniente para los conductores, quienes encuentran la calle cortada con frecuencia por la maquinaria de los constructores. El problema deja ver que no sólo los barrios periféricos están abandonados por la Municipalidad, sino también zonas como la mencionada, que se localiza a dos cuadras de la avenida Corrientes, próxima al centro de la ciudad. En tanto, los lugareños se quejaron de que varios vecinos se cayeron después de un resbalón en el barro que ahora cubre el empedrado. Algunas personas tuvieron que ser asistidas por los golpes que sufrieron y todos temen por la seguridad de los adultos mayores que viven en la cuadra.
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